By Citizen Initiative for the
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Los días 5 y 6 de noviembre en la Escuela Superior de Economía-Sección de Estudios de Posgrado e Investigación del Instituto Politécnico Nacional (IPN) tuvo lugar el Coloquio de Economía del Cuidado, que fue organizado por el Grupo de Investigación en Economía del Cuidado y Autonomía Económica de esa Institución.
Los ejes temáticos de los temas expuestos por los ponentes fueron: Economía social y de cuidado; trabajo de cuidado remunerado y no remunerado; división sexual del trabajo; políticas de conciliación; y soluciones de cuidado para grupos prioritarios.
A continuación, se enlistan algunos de los aspectos más importantes expuestos por los ponentes participantes, tanto de la academia como de representantes de organismos civiles y estudiantes de esa Casa de Estudios.
Reflexiones sobre los Cuidados, la Ciudad y las Desigualdades
Relevancia del cuidado
El cuidado es esencial para sostener la vida, pero históricamente ha sido invisibilizado y desvalorizado, sobre todo por su carácter no remunerado y su predominio entre mujeres.
Cuidado, género y desigualdades estructurales
Las desigualdades de género y raza se entrelazan en el trabajo de cuidado, especialmente en América Latina, donde las mujeres asumen la mayoría del trabajo no remunerado. Esto limita su desarrollo profesional y perpetúa roles tradicionales.
En el diseño urbano, estas dinámicas se reflejan en la falta de infraestructura equitativa y accesible que perpetúa desigualdades.
Interdependencia y sostenibilidad de la vida
El cuidado resalta la interdependencia humana frente al ideal de autonomía. Esta interdependencia es clave para el bienestar colectivo, especialmente en contextos de enfermedad, crianza o envejecimiento.
El cuidado en el espacio urbano
Las prácticas de cuidado están profundamente ligadas a los espacios en los que ocurren, desde el transporte público hasta los objetos de apoyo como sillas de ruedas o bastones. Sin embargo, los tiempos y ritmos urbanos no siempre responden a las necesidades de quienes cuidan.
Invisibilidad del cuidado
Los espacios, objetos y ritmos asociados al cuidado suelen ser invisibilizados, aunque son fundamentales para la vida cotidiana.
La asignación histórica del cuidado a mujeres lo ha desprovisto de valoración económica y social.
Hacia ciudades cuidadoras
Una ciudad cuidadora debe diseñarse desde la perspectiva del cuidado, integrando movilidad inclusiva, espacios accesibles, servicios de cuidado y políticas equitativas que distribuyan estas responsabilidades entre géneros.
Politizar el cuidado significa reconocerlo como un acto político y fundamental para la justicia social.
Cuidar a los cuidadores: una reflexión necesaria
El cuidado, aunque indispensable, suele ser invisibilizado. Los cuidadores, especialmente los no remunerados, enfrentan múltiples desafíos que afectan su bienestar físico, emocional y social.
El papel del cuidador informal
Los cuidadores suelen ser familiares que asumen esta labor por razones culturales o sociales, frecuentemente sin elección ni preparación.
Esta situación impacta negativamente su salud y calidad de vida.
Impacto en la salud de los cuidadores
Enfrentan problemas físicos (trastornos musculares, enfermedades crónicas) y psicológicos (depresión, agotamiento).
La carga emocional puede generar conflictos familiares y con el paciente.
Consecuencias sociales y económicas
Los cuidadores suelen sufrir aislamiento social, problemas económicos y abandono de sus actividades laborales.
En casos extremos, deben recurrir a cambios de residencia o vender propiedades para afrontar los gastos médicos.
Investigaciones sobre cuidadores
Estudios en el Estado de México revelan que el 95% de los cuidadores son mujeres, en su mayoría con nivel educativo bajo y padeciendo enfermedades como hipertensión y diabetes.
Recomendaciones para apoyar a los cuidadores
- Físicas: Promover hábitos saludables, descanso y delegación de tareas.
- Psicológicas: Implementar grupos de apoyo y técnicas de manejo del estrés.
- Sociales: Crear redes de apoyo y fomentar la participación en actividades sociales.
Reflexiones sobre la Economía del Cuidado y las Desigualdades de Género y Raza
La economía del cuidado, fundamental para el bienestar y la reproducción social, ha sido históricamente relegada y desvalorizada. En una cumbre mundial de mujeres en 2023, se discutieron las desigualdades de género, raciales y económicas, destacando cómo las mujeres africanas y latinoamericanas asumen gran parte de los trabajos de cuidado no remunerados en Europa y América del Norte, respectivamente, enfrentando una doble carga de discriminación.
Economía del Cuidado en América Latina
En la región, las mujeres son relegadas mayoritariamente al trabajo no remunerado, lo que perpetúa su exclusión del mercado laboral formal y limita su participación en la toma de decisiones. La visión económica dominante, que valora sólo el trabajo remunerado, ignora el aporte esencial de los cuidados a la sociedad.
Análisis Crítico del Trabajo de Cuidado
El trabajo no remunerado sostiene la economía y la sociedad, pero su desvalorización genera desigualdades que afectan principalmente a las mujeres. Estas dinámicas perpetúan sistemas de explotación laboral y refuerzan desigualdades económicas, particularmente en sectores relacionados con los cuidados, donde predominan las mujeres.
Propuestas para un Cambio Sistémico
- Regulación laboral: Implementar licencias parentales equitativas, horarios flexibles y salarios dignos para cuidadores.
- Infraestructura social: Garantizar servicios accesibles de cuidado y mejorar infraestructura básica en áreas rurales.
- Economía inclusiva: Diseñar políticas económicas que aseguren empleos dignos y sostenibles.
- Reconocimiento del cuidado: Cuantificar y regular el trabajo no remunerado para reducir desigualdades.
Algunas Conclusiones:
- Repensar el cuidado desde una visión feminista y relacional invita a cuestionar las dinámicas sociales y urbanas que perpetúan desigualdades. Diseñar ciudades cuidadoras no es solo una utopía, sino una necesidad para garantizar equidad y bienestar social.
- Cuidar a los cuidadores es fundamental para evitar que ellos también se enfermen. Visibilizar su labor, ofrecer apoyo integral y desarrollar programas específicos puede mejorar tanto su calidad de vida como la del paciente.
- Los centros de día reducen significativamente la carga de las familias.
- Los costos de cuidado informal son mucho mayores que otros gastos de bolsillo en salud.
- Se requieren políticas públicas que integren modelos formales de cuidado por su impacto económico y social positivo.
- Es imprescindible que la economía del cuidado sea prioritaria en políticas públicas para cerrar las brechas de género y promover una sociedad más justa e inclusiva.
- Sin cambios sistémicos, las desigualdades de género y raza seguirán ampliándose con efectos negativos para toda la sociedad.
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