By Citizen Initiative for the
Promoting the Culture of Dialogue
Los días 8 (Sede Cecati 171-Iztapalapa) y 13 de noviembre (Sede Conalep Ecatepec II), la Red Global de Jóvenes Oportunidad (GOYN), Jóvenes Constructores de la Comunidad (JCC) e Iniciativa Ciudadana realizaron el Taller Participativo en donde los y las jóvenes participantes integraron su perspectiva y plantearon sus propuestas que consideran servirán de elementos base para construir el Sistema Integral de Cuidados en la Ciudad de México.
A continuación, se resumen las principales ideas y propuestas surgidas durante el desarrollo del Taller Participativo:
La importancia de los cuidados en la sociedad
Hoy nos reunimos para reflexionar sobre un tema crucial: los cuidados. Esta actividad, esencial para la vida humana, atraviesa dimensiones físicas, emocionales y sociales. Aunque a menudo se asocia con el amor y los vínculos familiares, también representa un trabajo que sostiene nuestras comunidades, especialmente en momentos críticos como la infancia, la vejez, la enfermedad o la discapacidad.
¿Qué entendemos por cuidado?
El cuidado es una acción esencial que sostiene la vida. Es un derecho universal, aunque históricamente ha recaído desproporcionadamente en mujeres y niñas. Desde la prehistoria, cuando el cuidado de un compañero con una fractura evidenció los primeros actos de solidaridad, hasta la actualidad, ha sido un motor para la cohesión social.
Los cuidados son esenciales para la vida humana, abarcando dimensiones físicas, emocionales y sociales. Son un derecho universal que sostiene la vida y garantiza autonomía e igualdad. Por ejemplo:
- Las rampas para personas con movilidad reducida no son actos de caridad, sino medidas para asegurar la independencia.
- Las guarderías y servicios públicos de cuidado son derechos, no privilegios.
Sin embargo, históricamente, su carga ha recaído desproporcionadamente en mujeres y niñas, generando desigualdades que limitan su desarrollo personal, educativo y profesional.
El cuidado como trabajo
El trabajo de cuidados, remunerado o no, es una labor física y emocionalmente exigente que sostiene la vida y la economía. En México, representa cerca del 30% del PIB, superando sectores industriales como la manufactura. A pesar de su relevancia, sigue siendo invisibilizado y desigualmente distribuido:
- Más del 90% de las trabajadoras del hogar son mujeres, y la mayoría carece de derechos laborales.
- Las mujeres enfrentan una triple jornada laboral: remunerada, doméstica y de cuidados, lo que las deja con poco tiempo para su desarrollo personal.
Impacto y desigualdad
El sistema actual perpetúa desigualdades económicas y sociales, limitando la autonomía de las mujeres y recargándose con la mayor parte de las responsabilidades de cuidado. En México, las mujeres dedican 1.5 veces más tiempo que los hombres a tareas no remuneradas, generando:
- Desigualdad de género: La mayor carga de cuidados limita sus oportunidades educativas y laborales.
- Carga invisible y emocional: Genera estrés, agotamiento y pobreza de tiempo.
- Impacto económico: Aunque contribuye significativamente a la economía, su valor no se refleja en políticas públicas ni en el reconocimiento social.
Hacia una responsabilidad compartida
Los cuidados deben redistribuirse entre personas, el Estado, el sector privado y la sociedad civil. Esto requiere:
- Reconocimiento del valor de los cuidados: Visibilizar su relevancia y promover corresponsabilidad.
- Derechos laborales: Garantizar condiciones dignas para quienes proveen estos servicios.
- Infraestructura y servicios accesibles: Diseñar escuelas de tiempo completo, guarderías y espacios inclusivos.
- Flexibilidad laboral: Involucrar al sector privado mediante políticas que fomenten el equilibrio entre trabajo y cuidado.
El sistema integral de cuidados: Una demanda urgente
El cuidado es un derecho humano irrenunciable. Aunque está reconocido en la Constitución de la Ciudad de México desde 2017, su implementación es limitada. Si contáramos ya con el Sistema Integral de Cuidados contemplado en la ley (que, por cierto, está retrasado en su implementación), ¿cómo cambiaría esto la vida de las personas? Como madres, estudiantes y trabajadoras, ¿qué aspectos consideran prioritarios incluir en este sistema?
Entre las necesidades identificadas destacan:
- Informar a la población: Sobre los programas disponibles y sus beneficios.
- Ampliar el alcance de los servicios: Garantizando adaptabilidad para todas las edades y condiciones.
- Promover un cambio cultural: Cuestionar la división sexual del trabajo y fomentar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres.
El sistema de cuidados debe reconocer las múltiples dimensiones de las personas:
- Interseccionalidad: Las demandas de cuidado no son homogéneas. Existen cruces de identidad (ser madre, estudiante, trabajadora, persona con discapacidad, entre otros) que deben ser consideradas para diseñar políticas verdaderamente inclusivas.
- Oferta laboral y capacitación: Es fundamental que las políticas promuevan el acceso a oportunidades laborales y de capacitación ajustadas a las necesidades de quienes tienen responsabilidades de cuidado.
En resumen, la demanda planteada por los jóvenes oportunidad es clara: un sistema de cuidados integral, accesible y flexible que alivie las responsabilidades familiares y permita a las personas desarrollarse plenamente. Que promueva la igualdad y el bienestar es un reto urgente que requiere la participación activa de todos los sectores de la sociedad. Sin cuidados, no hay vida ni desarrollo posible.
Pregunta clave: Si tuvieran la oportunidad de hablar con sus representantes locales o legisladores, ¿qué les pedirían específicamente para abordar sus necesidades de cuidado?
Conclusión:
La conversación reflejó la necesidad urgente de un Sistema Integral de Cuidados que alivien las cargas actuales, promueva la igualdad y garantice el acceso a servicios esenciales para todas las personas, especialmente para jóvenes en situaciones de vulnerabilidad. Redistribuir los cuidados es esencial para construir sociedades equitativas y sostenibles. Es un recordatorio de que el cuidado no es solo una responsabilidad individual, sino un pilar para el sostenimiento de la vida y la sociedad.