Por Fernanda Monserrath Gutiérrez Zaragoza
Grupo Asesor de Jóvenes en GOYN-CDMX
Mi nombre es Fernanda Monserrath Gutiérrez Zaragoza, tengo 20 años, soy estudiante de derecho y miembro del Grupo Asesor de Jóvenes en GOYN Ciudad de México. Soy fundadora de Jóvenes de la Periferia, una asociación juvenil dedicada a buscar y acompañar liderazgos juveniles. He participado en diversas mesas de diálogo tanto en el Senado de la República Mexicana como en la Cámara de Diputados. En las elecciones de 2024, tuve un papel significativo como suplente de diputación local en el distrito 30, Coyoacán. Además, soy una activista chilanga de corazón que lucha por los derechos de los pacientes y de las personas cuidadoras.
Reflexión sobre la incidencia legislativa de los jóvenes
En los meses de junio y julio, tuve la oportunidad de participar en el curso de “Verano Legislativo”, un parlamento juvenil diseñado para enseñarnos a ser legisladores. Este curso, creado por asesores legislativos, nos mostró la importancia y relevancia del trabajo detrás de las decisiones de diputados y senadores. Los asesores, quienes elaboran las iniciativas y dictámenes que se discuten en el pleno, tienen un rol fundamental y su labor debe ser visibilizada y reconocida.
Durante el curso, tuve la oportunidad de ocupar un curul y un escaño, no solo para tomarme fotos, sino para actuar como una legisladora real. Fue una experiencia enriquecedora que me permitió comprender de primera mano la complejidad y la responsabilidad de ser legislador. Creé una iniciativa de ley para personas cuidadoras, reconociendo la importancia de los cuidados para el bienestar físico y emocional de las personas a lo largo de su vida. Las personas cuidadoras sostienen día a día los hogares mexicanos y merecen ser reconocidas y protegidas por la ley.
La importancia del sistema de cuidados
Una de las mayores revelaciones fue la necesidad de un sistema de cuidados robusto y efectivo. Quise recalcar ante los líderes juveniles la importancia de reconocer legalmente a las personas cuidadoras, estableciendo un comité ciudadano y mesas de diálogo para crear un verdadero sistema de cuidados. Como presidenta de la Comisión de Salud, tuve la responsabilidad de dictaminar junto a mi equipo alrededor de 20 iniciativas y puntos de acuerdo. Este proceso incluyó una evaluación minuciosa de la viabilidad y el impacto social de cada propuesta. Finalmente, seleccionamos cuatro de ellas para avanzar, incluida mi iniciativa. Este logro no solo fue personal, sino un reflejo del trabajo colectivo y del apoyo incondicional de mi equipo.
Colaboración y ética juvenil
Trabajé junto a jóvenes profesionales con una ética fantástica, como Miriam Sánchez, Fernando Zamora, Abraham Navarro, Uriel Zápien, Sophia Lavognet, Gregorio Mendoza, Ana Castañeda, Luis Luria y Viridiana Sánchez. Juntos, logramos que mi iniciativa de ley para personas cuidadoras fuera aprobada para el curso. Este logro no es solo mío, sino de todas las personas que me han enseñado y apoyado a lo largo del camino. Escuchar a la gente y entender sus necesidades es una parte fundamental de mi activismo y participación en políticas públicas. Cada conversación, testimonio y experiencia compartida se convirtió en un pilar para la formulación de políticas más justas y equitativas.
El rol de los jóvenes en la política
El “Verano Legislativo” me enseñó que la política no se trata de colores ni de corrupción, sino del amor por nuestra gente y nuestro país. Me mostró que existen jóvenes con verdadera ética profesional y una pasión genuina por el cambio social. Es crucial que los jóvenes alcemos la voz y nos orientemos para ser agentes de cambio. No somos solo el futuro, somos el presente. Nuestra participación en política y activismo positivo es esencial para promover la paz, defender los derechos humanos y asegurar que nuestras voces sean escuchadas. Los jóvenes tenemos la capacidad y la responsabilidad de transformar nuestra realidad, de construir un país más justo y equitativo.
Un llamado a los jóvenes políticos
Debemos actuar con conciencia, credibilidad e inspirar confianza. Si construimos nuestra carrera sobre los pilares de saber, amar y servir con empatía, el pueblo mexicano finalmente tendrá el gobierno que merece. La política necesita de nuestra energía, nuestra creatividad y nuestro compromiso. Necesitamos ser artífices de nuestro propio presente y futuro, promover la paz, defender los derechos humanos y participar activamente en la formulación de políticas públicas. Cada acción cuenta, cada voz importa.
Por último, me gustaría dejar una frase que tomo mucho en consideración para nosotros los jóvenes políticos que estamos iniciando en este camino. Principalmente, no pierdan el piso, recuerden de dónde vienen y recuerden que aquí lo principal es la ciudadanía.
“Si los jóvenes políticos mexicanos construimos nuestra carrera sobre los pilares de saber, amar y servir con empatía, el pueblo mexicano finalmente tendrá el gobierno que merece”