- Miembro de -

EXPERIENCIAS:

Las juventudes mexicanas ante la incertidumbre laboral: una oportunidad para la incidencia política

FOTO-Sonia-Romero_Instituto-Mora

Autor:

Sonia Romero Huesca
Sonia Romero Huesca

Acerca de

Maestra en Gestión de Empresas de Economía Social por la Universidad Iberoamericana-Puebla, México y Maestra en Cooperación Internacional y Relaciones Internacionales con América Latina por la Universidad Rey Juan Carlos, España. Con más de 15 años de experiencia en cooperación internacional para el desarrollo, se especializa en áreas como sistematización de experiencias, educación cívica y construcción de ciudadanía. Trabajó como cooperante internacional con la Fundación CIDEAL en diversos países como España, Marruecos, Guatemala y México. Ha sido consultora en organismos internacionales como el Instituto del Banco Mundial, Oxfam y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), ambas en México. Ha colaborado con organizaciones de la sociedad civil tanto en México como en otros países implementando proyectos de desarrollo en zonas rurales y con población en situación de vulnerabilidad. Tiene experiencia en el diseño, implementación y evaluación de proyectos y programas de desarrollo. Ha impartido cursos (presenciales y en línea) en el diseño de proyectos de desarrollo con la Metodología del Enfoque del Marco Lógico. Actualmente colabora con el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora como Asistente de Investigación de la Dirección General.

Publicaciones del autor:

Comparte esta publicación:

FOTO-Sonia-Romero_Instituto-Mora

Autor:

Sonia Romero Huesca
Sonia Romero Huesca

Acerca de

Maestra en Gestión de Empresas de Economía Social por la Universidad Iberoamericana-Puebla, México y Maestra en Cooperación Internacional y Relaciones Internacionales con América Latina por la Universidad Rey Juan Carlos, España. Con más de 15 años de experiencia en cooperación internacional para el desarrollo, se especializa en áreas como sistematización de experiencias, educación cívica y construcción de ciudadanía. Trabajó como cooperante internacional con la Fundación CIDEAL en diversos países como España, Marruecos, Guatemala y México. Ha sido consultora en organismos internacionales como el Instituto del Banco Mundial, Oxfam y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), ambas en México. Ha colaborado con organizaciones de la sociedad civil tanto en México como en otros países implementando proyectos de desarrollo en zonas rurales y con población en situación de vulnerabilidad. Tiene experiencia en el diseño, implementación y evaluación de proyectos y programas de desarrollo. Ha impartido cursos (presenciales y en línea) en el diseño de proyectos de desarrollo con la Metodología del Enfoque del Marco Lógico. Actualmente colabora con el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora como Asistente de Investigación de la Dirección General.

Publicaciones del autor:

Redes del autor:

Website:

Comparte esta publicación:

Twitter
Facebook
WhatsApp
Telegram

Suscríbete al newletter
de JuventudES:

El término de empleabilidad en el contexto mexicano se encuentra caracterizado por un complejo panorama donde existen retos sustantivos como la desocupación, la informalidad laboral y la subocupación, así como la precarización de las condiciones laborales, producto de estructuras sistémicas que poco han encontrado soluciones para mejorarlas y atenderlas. Particularmente, las juventudes (población de entre los 15 y 29 años) han resultado ser uno de los segmentos poblacionales más afectados ante estas estructuras, lo que afecta sus posibilidades de desarrollo y bienestar como se verá a continuación.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) (2023), en el 2022, la tasa de desocupación de las juventudes en México fue de 5.6 por cada 100 personas económicamente activas. Prevalece la informalidad laboral que comprende a la población ocupada en el sector informal y bajo condiciones laborales consideradas informales, tales como el autoempleo, la no remuneración o la carencia de seguridad social y la tasa de informalidad laboral juvenil que fue de 59.5 por cada 100 personas ocupadas.

La tasa de subocupación de las juventudes para el mismo año fue de 7.6 por cada 100 personas ocupadas, siendo en el sector servicios donde más se ocupan las y los jóvenes con un 39.6 % de la población de 15 a 29 años, seguido de los sectores de comercio, con un 21.1 % e industrias manufactureras con un 18.8 por ciento.

Es importante hacer hincapié en que la formalidad en el empleo permite garantizar una mayor estabilidad y, por lo tanto, mejores oportunidades de futuro como bien lo explica el Centro de Investigación en Política Pública (IMCO) (2022).

 Un trabajo formal brinda acceso a esquemas mínimos de seguridad social y mejores prestaciones, como el acceso a servicios médicos, fondos de ahorro para el retiro, créditos hipotecarios, primas vacacionales, compensaciones por incapacidad, entre otros. Con ello se evita la precarización laboral y se garantiza a las personas trabajadoras condiciones de seguridad en el trabajo que les permitan mejorar su calidad de vida.

En este sentido, el acceso limitado de las juventudes a empleos formales representa, casi automáticamente, la condena a un futuro con precariedad laboral e inestabilidad. Sin embargo, ello puede contra restarse en la medida que las personas jóvenes influyan en la elaboración de políticas públicas que contribuyan a mejorar, no sólo su empleabilidad, sino en general las condiciones en las que se emplean y autoemplean.

La incidencia política implica la participación activa en la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas y programas gubernamentales. De esta forma, la incidencia política se convierte en una herramienta para la participación real de la ciudadanía en la toma de decisiones. Es una de las vías por las cuales diferentes sectores de la sociedad civil pueden posicionar sus agendas e impactar en las políticas públicas participando, de forma democrática y sistemática, en la toma de decisiones sobre asuntos que afectan su vida.

Para las juventudes en este país, la incidencia política implica abogar por políticas que aborden, específicamente, los obstáculos que enfrentan en el ámbito laboral donde el reto no es menor. Su capacidad de influir en las políticas públicas es crucial para asegurar que las soluciones propuestas aborden realmente sus necesidades y aspiraciones. Es importante reconocer que no basta con identificar un problema y transitar hacia la acción, se requiere de la identificación y el diseño de estrategias específicas que les permita lograr una incidencia efectiva en los asuntos que les apremian.

Para ello, es necesario en primer lugar identificar y analizar el problema en el cual se quiere incidir, ya que, al diferenciar claramente entre causas y consecuencias, se puede dirigir la acción hacia la atención de las raíces del problema, y de esta manera transformar sustantivamente la realidad en pro de los objetivos perseguidos. Además de identificar y proponer alternativas efectivas, buscando modelos distintos a los ya provenientes de un sistema neoliberal que ya de por sí está agotado.

Un buen proceso de identificación del problema permite analizar los diferentes espacios de decisión y los distintos canales de influencia a través de los cuáles se debe incidir. Pero, para lograr un mayor impacto de la incidencia política, es importante tener un conocimiento básico sobre cómo funciona el Estado y el ciclo de elaboración de política pública, ya que, de otra forma, la incidencia se vería limitada.

Así, una vez identificados los espacios de incidencia, se realiza un análisis de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, esto con el propósito de formular estrategias específicas de influencia, mismas que deberán contener un plan de acción, en este sentido entre mejor diseñado esté el plan, y en general todas las iniciativas que se pretenda llevar a cabo, más asertiva y eficaz será la incidencia.

Las formas de incidencia política son variadas, comprenden desde el proceso de posicionamiento de temas en la discusión pública y la agenda política, ya sea a través de una muy buena estrategia de comunicación, o mediante la organización y movilización de la ciudadanía para exigir cambios sustantivos en las políticas vigentes, hasta la participación activa en el proceso de toma de decisiones. Ya sea de forma indirecta mediante el cabildeo, o de forma directa a través de la participación activa en grupo de trabajo y mesas de discusión para aportar ideas y soluciones sobre la problemática identificada.

Solo un buen proceso de identificación, análisis, diseño y formulación de la estrategia en la que se pretende incidir, se puede tener mayor efectividad. De esta forma, la participación política de las juventudes es fundamental para cualquier Estado, ya que ello contribuye a construir una democracia sólida, inclusiva y justa, además de que ciudadaniza la toma de decisiones y la gobernabilidad en donde las juventudes son tomadas en cuenta e incorporadas sus demandas.

Los retos no son menores, a nivel macro, la falta de compromiso gubernamental ha propiciado que muchos jóvenes no estén interesados en involucrarse en la política al sentir que realmente no tiene voz ni poder efectivo en el proceso de toma de decisiones. Con el objetivo de fomentar la participación e incidencia política de las personas jóvenes es necesario dotarles de las herramientas para lograr este fin.

Es así como el Curso-taller “Incidencia para la empleabilidad de las juventudes en México” próximo a realizarse los días 28 y 29 de noviembre, en colaboración entre Iniciativa Ciudadana para la Promoción de la Cultura del Diálogo A.C., el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y financiado por la Fundación Hilton, fue diseñado tomando en cuenta el panorama antes esbozado. Su objetivo es contribuir a que las juventudes y representantes de organizaciones de la sociedad civil ejerzan sus derechos humanos y ciudadanos, fortalezcan su rol como actores defensores y activistas sociales y políticos y promuevan las prioridades de la agenda de políticas económicas, sociales y laborales de las juventudes.

El curso consta de dos fases: la formación teórico-metodológica, con la participación de especialistas de alto nivel, y la contrastación de conocimientos con la realidad a través de la presentación y análisis de experiencias exitosas de incidencia en materia de empleabilidad, así como la formulación de propuestas de incidencia por parte de las personas participantes.

Solo con esfuerzos como éste, en el que se suman actores como la academia, la sociedad civil organizada y de la cooperación internacional para el desarrollo en este país por un bien común, se podrán desarrollar y fortalecer capacidades para la incidencia asertiva a fin de contribuir no solo a las mejores condiciones de empleabilidad para las juventudes, sino también a la gobernabilidad y a la apropiación y ejercicio de los derechos humanos de esta población en México.

Fuentes:

INEGI (2023). Estadísticas a propósito del día del trabajo, Comunicado de prensa núm. 246/23, 28 de abril de 2023, INEGI, Ciudad de México, en https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2023/EAP_Trabajo23.pdf

IMCO (2022). El panorama educativo y laboral de los jóvenes en México, 11 de agosto de 2022, IMCO, Ciudad de México, en https://imco.org.mx/el-panorama-educativo-y-laboral-de-los-jovenes-en-mexico/

Es plataforma digital libre y accesible que sirve como una herramienta de información y colaboración entre las juventudes y las instituciones para la empleabilidad en la CDMX

Más publicaciones de Sonia Romero Huesca:

Más publicaciones de Sonia Romero Huesca: