Por: Carlos Rodríguez
Grupo Asesor de Jóvenes (YAG) – GOYN Barranquilla
Una ciudad que vibra, pero no siempre acompaña
Barranquilla tiene ese sabor, esa energía que te hace creer que todo es posible, una ciudad vibrante, llena de energía, cultura y juventud. Pero también tiene momentos en los que uno siente que está solo. Que tiene el impulso, las ganas, pero nadie que te enseñe cómo hacerlo. Emprender aquí es una montaña rusa: te emociona, te frustra, te levanta y te tumba. Pero igual uno sigue.
Soy Carlos Rodríguez, tengo 22 años y soy integrante del Grupo Asesor de Jóvenes de GOYN Barranquilla. Y sí, también soy emprendedor. Dirijo una firma discográfica nacida en un cuarto sin más recursos que un micrófono, un computador y una gran pasión por hacer las cosas bien. Esta no es solo mi historia, también es la historia de cientos de jóvenes como yo en la ciudad de Barranquilla que siguen luchando por crear un futuro distinto para sus vidas.
I. De motores a micrófonos: así empezó todo
Desde muy niño me ha gustado buscar la manera de ganarme las cosas. A los 10 años vendía motores que sacaba de los carritos de control remoto. Luego, en el cole, empecé con los dulces. A los 19 me adentré en el mundo del comercio electrónico intentando vender productos por internet: joyería, productos cosméticos, entre otros, para llevarme hasta donde estoy hoy: liderando un sello musical llamado “Un Cuarto Studio”.
“Un Cuarto Studio” nace del talento de un amigo, que hoy es el artista y productor, a quien escuché y supe inmediatamente que debía apoyarlo y trabajar juntos. Lo oí cantar y supe que ese talento no podía quedarse guardado. No tenemos estudio, ni presupuesto, pero tenemos corazón y visión. Todo surgió literalmente en un cuarto: sin estudio, solo un micrófono y un computador, pero con visión. Tenemos un solo artista, pero tenemos un sueño grande: visibilizar a artistas que tienen talento, pero carecen de oportunidades. Como muchos de nosotros, tenemos el potencial de hacer arte desde la escasez.
II. Emprender sin manual: todo a pulso
No tener los conocimientos ni la formación en negocios, ni idea de cómo manejar un plan de visibilidad, hace del emprendimiento una ruta llena de incertidumbre. Esto no ha sido fácil. No tenemos a quién preguntarle muchas veces. Hemos aprendido de forma empírica, cometiendo errores y corrigiendo lo que podemos. Probamos e ideamos nuevas estrategias, y, aunque hemos logrado avanzar, es innegable que muchas veces sentimos que no sabemos por dónde seguir.
Y no somos los únicos. En Barranquilla, según el informe GOYN 2024, el 15% de los jóvenes tienen como prioridad emprender, pero ¿cuántos saben por dónde empezar? La mayoría emprende sin acompañamiento. Más del 40% trabaja en la informalidad, y la tasa de desempleo juvenil alcanza el 20.2%. Es complicado saber que muchos jóvenes se ven forzados a emprender por necesidad; sin embargo, no saben realmente cómo sostener un negocio. Y eso es completamente peligroso. No basta con iniciar un negocio, hay que sostenerlo, y eso requiere conocimientos.
III. Ecosistemas de Emprendimiento: oportunidades que aún no alcanzan a todos
Quiero resaltar una iniciativa que se realizó en GOYN Barranquilla, denominada “Emprende Así”, la cual ofreció mentorías para jóvenes emprendedores, donde se trataron temas útiles relacionados con el manejo de negocios, así como el control de presupuesto, brindando las bases necesarias para un emprendimiento ideal. Se logró impactar al público objetivo; sin embargo, estas iniciativas son muy pocas frente a la gran necesidad. La mayoría de los emprendedores no tienen acceso a estos espacios. Y más preocupante aún, desconocen completamente la existencia de estos programas de apoyo.
Es necesario establecer espacios que fomenten la educación financiera y la formación básica de negocios, creando rutas dentro de las entidades locales para quienes quieran emprender. Ya es momento de ver al emprendimiento como una salida viable, y no como un acto desesperado.
IV. Emprendedor incomprendido: una historia que se repite
Gracias a GOYN Barranquilla he logrado escuchar muchas historias, logré entender que no soy el único. Cada día conozco más jóvenes que quieren emprender, no solo por dinero, sino por pasión, por deseo de cambio. Jóvenes que sienten que están solos, que no tienen apoyo, pero que siguen intentándolo. Muchos trabajan desde su cuarto, desde su cocina o su celular, tratando de construir algo que trascienda.
A lo largo de mi proceso con GOYN he abierto los ojos, he entendido muchas realidades que antes no veía. Hoy sé que no soy una excepción, sino una regla. Entendemos que el sistema no está adaptado para nosotros, pero eso no significa que no podamos hacer un cambio.
V. Un llamado: creemos juntos lo que ya estamos construyendo
A quienes leen esto desde cualquier parte del mundo: Barranquilla ya está en movimiento. Hay jóvenes creando, soñando, proponiendo. No necesitamos que nos digan qué hacer. Lo que necesitamos es que nos escuchen, que nos vean y que apuesten con nosotros a nuevas formas de transformar el presente.
Los jóvenes aquí no estamos esperando a que todo se dé perfecto. Ya empezamos. Pero con acompañamiento, formación y redes de apoyo, podemos llegar más lejos, más rápido y con más impacto.
Esta también es una invitación. Si quieres conocer más sobre mi historia, sobre lo que hacemos en “Un Cuarto Studio”, o cómo desde GOYN estamos moviendo ideas reales, aquí estoy. Las conexiones cambian el juego. Y uno nunca sabe de dónde puede salir la próxima colaboración que lo impulse todo.
Porque el emprendedor incomprendido no busca lástima ni caridad. Lo que busca es espacio. Y cuando ese espacio se abre, lo que viene después… puede sorprender a todos.
Referencias:
GOYN Barranquilla, Informes 2023 y 2024.