Por María Fernanda Torres Sánchez
Coordinadora de Participación Juvenil
Servicios a la Juventud, A.C. (SERAJ)
El pasado viernes 20 de junio se llevó a cabo un foro: “Voces jóvenes en el cuidado”, un espacio liderado por Plataforma JuventudES, la red GOYN CDMX, Iniciativa Ciudadana y OXFAM, que reunió a personas jóvenes de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) con personas tomadoras de decisión para presentar, a través de diversas dinámicas, sus inquietudes, experiencias y propuestas alrededor del Sistema Nacional de Cuidados, específicamente las acciones que atañen a la Ciudad de México. Este espacio es un ejemplo valioso de cómo promover encuentros de participación intergeneracional fortalece el debate y la construcción de políticas públicas más acertadas, equitativas y sostenibles.
Crear puentes de diálogo entre juventudes y quienes diseñan políticas públicas es clave para que la legislación responda a las necesidades de las personas jóvenes y no se reproduzcan modelos que perpetúan su exclusión de actividades económicas, educativas, sociales culturales y otras que favorecen su desarrollo integral. Hoy, las personas jóvenes enfrentamos múltiples retos vinculados a la distribución desigual de los cuidados: largas jornadas laborales, actividades de cuidado no remuneradas, falta de redes de apoyo, acceso limitado a servicios de salud mental, ausencia de tiempo para autocuidado, etc.
Una de las reflexiones más importantes ha sido reconocer que todas las personas, en distintos momentos de nuestra vida, hemos sido personas cuidadoras. Entendiendo el autocuidado y el cuidado de otras personas como actividades que sostienen la vida cotidiana e incluso la economía del país. Sin cuidados no hay quien estudie, trabaje o emprenda; los cuidados sostienen a las comunidades. En este sentido, sabernos como personas cuidadoras significa imaginar otras formas de vivir el cuidado: de manera colectiva y comunitaria, abandonando la lógica individual, precarizada y carente de oportunidades. Compartiendo con otras personas estas responsabilidades, sin violencia, discriminación y sin precariedad económica.
Reconstruyendo el tejido comunitario a partir de redes solidarias que permitan a todas las personas vivir con dignidad y ejercer plenamente su derecho a cuidar y ser cuidadas. Un Sistema Nacional de Cuidados justo es posible cuando se comprende como una tarea común, apoyada por servicios públicos de calidad y corresponsabilidad entre el Estado, comunidad y familias.
A partir de lo anterior, hemos traducido estas reflexiones en propuestas concretas. Por ello, las personas jóvenes proponemos reconocer de manera legal el derecho al cuidado; redistribuir el trabajo de cuidados y corresponsabilidad estatal; servicios públicos, accesibles, dignos y especializados; educación, formación y sensibilización en cuidados; trabajo digno, recursos, seguridad para cuidar sin precariedad; políticas públicas incluyentes y con perspectiva de juventudes y de género que reconozcan sus realidades como cuidadoras; integrar a las juventudes de manera activa en el diseño, implementación y evaluación de las políticas de cuidado. Lo anterior será posible si mantenemos estos espacios de participación donde las personas jóvenes tengamos un rol activo en el diseño, implementación y evaluación de las políticas de cuidado.
Este foro es una muestra de que las juventudes estamos listas para participar, proponer y transformar la forma en que cuidamos. Favorecer que estos diálogos se multipliquen y sean prácticas cotidianas permite construir comunidades más solidarias, resilientes y capaces de sostener la vida de todas las personas.