Por Elio Villaseñor G.
“La democracia no es solamente el derecho a votar,
es el derecho de vivir en dignidad”
Naomi Klein, periodista, escritora y activista política canadiense
En la Ciudad de México, los candidatos resaltan la relevancia de los jóvenes en sus campañas, prometiendo becas, viviendas y apoyo al emprendimiento, reconocen que los jóvenes son el presente y el futuro de la nación. No obstante, el desafío está en la implementación de estos planes, ya que muchos se quedan en el papel, sin una voluntad real de llevarlos a cabo.
El sistema político enfrenta el dilema de un ejercicio de poder que se convierte en patrimonialista, donde las propuestas carecen de eficacia sin mecanismos de colaboración y rendición de cuentas.
Los jóvenes expresan su fatiga ante las promesas vacías y exigen su cumplimiento junto a la creación de mecanismos para asegurar su realización. Un análisis de la agencia de investigación Dinamic reveló que una quinta parte de los jóvenes que conocieron información y propuestas de los aspirantes no tiene interés en los planteamientos, pues en 22.46% de los mensajes no emitieron juicios de valor al respecto y en 8.27% de sus interacciones dicen que no votarán.
Los jóvenes están cansados de discursos que no se traducen en acciones concretas y saben que la única forma de superar sus problemas es con determinación e innovación. No buscan recetas del pasado, sino políticas públicas provenientes de espacios de colaboración y que permitan a cada individuo contribuir activamente.
El interés por la participación política de los jóvenes comienza con mayor conciencia social sobre el derecho a ser escuchados. Es crucial que las propuestas dirigidas a los jóvenes sean inclusivas y participativas, siendo parte de la solución y protagonistas de presente y futuro.
Los jóvenes no son meros receptores, sino que buscan aportar entusiasmo e ideas para construir nuevos caminos y evolucionar hacia nuevas formas de participación cívica que se centran sólidamente en las redes sociales. De acuerdo con Dinamic, de cada 10 ciberconversaciones de los jóvenes sobre las campañas fueron en Facebook (48%); en Tik Tok (27%), en ‘X’ (15%) y en Instagram (10%).
Por lo tanto, si bien es positivo que en las propuestas de los candidatos al Gobierno de la Ciudad de México se enfatice la agenda de los jóvenes, es más importante reconocer que ellas, ellos y elles encarnan un cambio de época que demanda una nueva relación entre ciudadanos y autoridades, creando con ellos alternativas para la vida digna y trabajando con los cambios tecnológicos, reconociendo a los jóvenes como actores vivos en las comunidades con impacto a nivel global. Existe una necesidad urgente por parte de las instituciones democráticas de encontrar vías para comunicar e interactuar mejor con los jóvenes y co-crear políticas efectivas a nivel local, regional y nacional.
La fuerza de los jóvenes y sus propuestas son parte de la solución. Su participación en la esfera pública y construcción de una agenda propia con rostro joven es un reto cardinal para robustecer una democracia participativa en México y en la ciudad.