Por: Amizaday Hernández
A tres años de la aprobación de la Ley Olimpia en México, la violencia digital sigue siendo un problema significativo que afecta a la juventud de diversas maneras.
El acceso cada vez más extendido a la tecnología digital ha transformado la forma en la que los jóvenes, incluidos niños y adolescentes, interactúan con el mundo. Sin embargo, este acceso también ha expuesto a los jóvenes a nuevos riesgos y amenazas en línea, como el ciberacoso, el grooming y la exposición a contenido inapropiado. Por ello, garantizar el derecho a la seguridad digital para la juventud del país se ha vuelto una prioridad en la era digital.
Sabías que los tipos de violencia digital más comunes en el país son:
El ciberbullying, que es el acoso, la intimidación, la humillación o la difamación de una persona a través de medios digitales, como redes sociales, mensajes de texto o correos electrónicos.
El grooming, que se refiere al proceso en el que un adulto establece una relación con un menor en línea con el objetivo de ganarse su confianza para luego abusar sexualmente de él o ella.
La sextorsión, que es la extorsión a través de imágenes o videos de contenido sexual obtenidos de manera coercitiva, como chantajeando a la víctima con divulgar dicho material si no cumple con ciertas demandas.
Las “deep fakes”, que son una forma de manipulación digital avanzada que utiliza inteligencia artificial para crear videos, imágenes o audios falsos que parecen auténticos. La mayoría de los casos vistos en nuestro país implican la sexualización de jóvenes mediante estas prácticas.
Pero ¿Qué pasa cuando tenemos que afrontar una situación así? Cuando esto le pasó a mi amiga, a mi hermana, a mi sobrina, a mi mamá, a mi novio, a mi hermano, a mi primo (sí, porque a los hombres también les pasa y mucho). La realidad es que no estamos informados y muchas veces normalizamos o dejamos pasar estas agresiones, por pena, por miedo, por lo que dirán.
Y a mí me pasó, tuve que contenerme y ahogar mis lágrimas cuando supe que una persona muy cercana a mí fue vulnerada allí decidí que tenía que hacer algo, le vi apagarse muchas veces y comprendí cuales eran las consecuencias de la violencia digital, esta puede tener un impacto significativo en la salud mental de los jóvenes, causando estrés, ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas. La constante exposición al acoso y la humillación en línea puede socavar la autoestima y el bienestar emocional de los jóvenes. Yo era testigo de cómo esto desencadena diversos puntos de quiebre, el estrés crónico causado por el abuso y el acoso puede tener un impacto negativo en la salud física de la víctima. Esto puede manifestarse en forma de dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, trastornos del sueño, fatiga crónica y otros síntomas físicos.
También las víctimas de abuso y acoso pueden tener dificultades para confiar en otras personas y establecer relaciones saludables. Pueden experimentar problemas de intimidad, problemas de comunicación y dificultades para establecer límites saludables en las relaciones. Pueden socavar la confianza en uno mismo y la autoestima de la víctima, haciéndola sentirse sin valor o indigna de amor y respeto. Esto puede llevar a una visión negativa de sí misma y dificultades para desarrollar una imagen positiva de sí misma.
La mayoría de las veces le vi experimentar dificultades para concentrarse, aprender y desempeñarse en la escuela o en el trabajo debido al estrés y la distracción. Esto resulto en un bajo rendimiento académico, laboral y dificultades para avanzar en la vida personal y profesional. También puede llevarlos a retirarse socialmente, sintiéndose avergonzada, estigmatizada o temerosa de interactuar con otras personas. Esto puede llevar al aislamiento social y a la pérdida de conexiones significativas con amigos, familiares y comunidad. Navidad y las fechas especiales dejaron de significarle algo.
En algunos casos, las víctimas pueden recurrir a comportamientos autodestructivos como el abuso de sustancias, la automutilación o incluso intentos de suicidio como una forma de hacer frente al dolor y el sufrimiento emocional. era difícil ver sus piernas cortadas y sus brazos también.
Es importante tener en cuenta que las consecuencias pueden variar según la naturaleza y la gravedad del incidente, así como según los recursos de apoyo disponibles para la víctima. Es fundamental ofrecer apoyo compasivo y recursos adecuados a las víctimas para ayudarlas a sanar y recuperarse del trauma.
Aunque en México existen diversas leyes y normativas podríamos mencionar la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que reconoce el derecho de los menores a la seguridad en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, la Ley General de Educación que establece la importancia de incluir la educación digital en el currículo escolar y aunque no existe una ley específica de ciberacoso en México, debemos hablar de una ley que ha cambiado y ha buscado combatir y prevenir la violencia digital, especialmente la violencia de género en línea, la Ley Olimpia, la que le ayudó a mi persona favorita, esta lleva el nombre de Olimpia Coral Melo, una mujer mexicana que fue víctima de la difusión de contenido íntimo sin su consentimiento. Esta ley incluye medidas para castigar y prevenir el ciberacoso, el acoso sexual en línea y la difusión de contenido íntimo sin consentimiento, también conocido como “pornovenganza”. La Ley Olimpia fue aprobada por primera vez en el Senado de la República Mexicana el 24 de abril, este 2024 cumple 3 años. Este fue un paso importante en el proceso legislativo para abordar estos temas, se ha adoptado en varios estados de México y ha inspirado iniciativas similares en otros países. Fue aceptada por primera vez en el estado mexicano de Puebla. Desde entonces, ha habido esfuerzos continuos para expandir su alcance y aplicación tanto a nivel estatal como nacional en México, así como para promover leyes similares en otros lugares del mundo.
Y, si al leer esto te das cuenta de que eres victima o conoces a alguna victima te dejo algunos consejos que te pueden servir.
Cuando paso esto yo no sabía que hacer no contaba con las herramientas, pero gracias a la certificación que tome pude aprender lo siguiente y te lo comparto para que lo hagas tuyo también.
1. Mantén la calma y evalúa la situación: Identifica la naturaleza de la violencia digital que estás experimentando y evalúa su gravedad.
2. Guarda evidencia: Conserva todas las pruebas de la violencia digital que estás sufriendo. Esto puede incluir capturas de pantalla de mensajes amenazantes, publicaciones difamatorias o cualquier otro tipo de acoso en línea.
3. Denuncia la situación: Reporta el incidente a las autoridades pertinentes y a la plataforma en línea donde ocurrió el abuso. Muchas plataformas tienen políticas contra el acoso y proporcionan opciones para denunciar este tipo de comportamiento.
Si estás en CDMX puedes incluso denunciar en línea de forma anónima en https://denunciadigital.cdmx.gob.mx/
4. Busca apoyo y da apoyo: No enfrentes la violencia digital solo/a. Busca apoyo emocional y asesoramiento legal si es necesario. Puedes contactar a organizaciones locales o nacionales que se especializan en la prevención y el apoyo a víctimas de violencia digital, por ejemplo:
https://www.leyolimpia.com.mx en el siguiente QR te dejo un manual con toda la información necesaria.
5. Protege tu privacidad: Revisa y ajusta la configuración de privacidad en tus cuentas en línea para limitar quién puede ver tu información personal y actividades en línea.
6. Educa sobre la seguridad digital: Aprende sobre prácticas de seguridad en línea y educa a tus amigos y familiares sobre cómo protegerse contra la violencia digital.
Recuerda que la violencia digital es un problema grave. No debemos ser una juventud indiferente con este, no esperes a tenerlo al frente como me paso a mí.
Y si tú quien estas leyendo esto eres victima debes saber que mereces apoyo y protección. No dudes en buscar ayuda si te encuentras en esta situación.
No puedo cambiar al mundo de la noche a la mañana, pero sí puedo dar pequeños pasitos para cambiar la realidad de mi entorno.
¡No estamos solos!