Por Andrea Fernanda Rivera Vidaña
Coordinadora de Desarrollo de Líderes Jóvenes GOYN-México
Mi nombre es Fernanda Rivera, tengo 26 años y me apasionan los Derechos de las Juventudes, la participación juvenil, y el empoderamiento de las juventudes e infancias.
Siempre he tenido claro que, si no fuera por el apoyo de líderes y personas que creyeron en mí durante mi adolescencia y años más jóvenes, yo no estaría aquí hoy. Ese apoyo y esos mentores fueron fundamentales en mi camino y me enseñaron la importancia de ofrecer a las juventudes las oportunidades y plataformas que necesitan. Mi experiencia personal me ha demostrado que, con el respaldo adecuado, las juventudes pueden lograr mucho más de lo que ellas mismas creen posible.
A menudo escucho comentarios críticos sobre las juventudes que reflejan cierto escepticismo, como si se les diera todo en bandeja de plata y se les negara la oportunidad de “esforzarse”. Algunas personas tienden a desestimar las oportunidades disponibles para los jóvenes hoy en día, recordando sus propias luchas y minimizando el valor de los recursos existentes en la actualidad. Sin embargo, para mí, trabajar con juventudes ha sido la oportunidad perfecta de crear esos espacios y plataformas que a mí me hubiera gustado tener durante mis años más jóvenes.
Actualmente, como Coordinadora de Desarrollo de Líderes Jóvenes en la Red Global de Jóvenes Oportunidad Ciudad de México (GOYN, por sus siglas en inglés), tengo el privilegio de trabajar en una iniciativa multi-actor que busca generar cambios sistémicos para mejorar la movilidad social y la calidad de vida de las y los jóvenes oportunidad. En GOYN CDMX entendemos que el desarrollo de líderes jóvenes no solo implica proporcionar formación y recursos, sino también construir un entorno que les permita influir en la toma de decisiones y en sus comunidades de manera significativa.
Uno de los principales desafíos que enfrentamos es cambiar la narrativa en torno a las juventudes. A menudo, el estigma hacia ellas se basa en la idea de que se les está dando demasiado apoyo sin el debido esfuerzo. Sin embargo, esta perspectiva no reconoce los desafíos únicos que enfrentan ni el valor real de las oportunidades que se les ofrecen. En lugar de desestimar estos recursos, debemos enfocarnos en cómo estos espacios pueden transformar positivamente sus vidas y comunidades.
En GOYN, trabajamos para ofrecer a las juventudes espacios donde puedan crecer como líderes. Desde talleres y programas de mentoría hasta plataformas para compartir sus ideas y proyectos de emprendimiento, nuestro objetivo es crear un ambiente en el que se sientan valoradas y empoderadas para asumir roles de liderazgo. La clave está en proporcionar oportunidades reales, no solo formación teórica, sino también permitirles aplicar lo aprendido en situaciones prácticas. Involucrarlas en la toma de decisiones y en el desarrollo de proyectos que impacten directamente en sus comunidades es fundamental.
Empoderar a las juventudes no es solo cuestión de brindarles oportunidades, sino también de reconocer y potenciar su capacidad para liderar y hacer una diferencia. Desde mi experiencia en GOYN, he visto cómo el apoyo adecuado puede marcar una gran diferencia en la vida de las juventudes. Cuando tienen acceso a las oportunidades correctas, pueden superar barreras y alcanzar metas que parecían inalcanzables.
Creo firmemente en el poder transformador de las juventudes para impactar positivamente en sus comunidades. Pero, aún más, creo en el impacto profundo que el apoyo y la creación de espacios adecuados pueden tener en sus vidas. He visto de primera mano cómo un poco de confianza y las herramientas correctas pueden desbloquear un potencial asombroso y cambiar el rumbo de muchas historias.
El verdadero cambio comienza cuando invertimos en las juventudes, no solo como líderes del futuro, sino como agentes de cambio en el presente. Hoy, hago un llamado a todas las personas que trabajamos con juventudes —instituciones, empresas del sector privado, organizaciones de la sociedad civil— para unirnos y fortalecer el liderazgo juvenil. Sigamos trabajando juntas y juntos para ofrecer esas oportunidades. Porque al final, cuando las juventudes tienen el apoyo que necesitan, pueden lograr cosas increíbles y transformar no solo sus vidas, sino también las de quienes las rodean.