Por Sergio Cortez
Miembro Voluntario de True Identity / Bogotá, Colombia
“Aquel que salva una vida, es como si salvara un universo entero”
(Mishná, Tratado Sanhedrín, 4, 5)
La respuesta está en los colegios de tu nación. Seguramente te has preguntado ¿Cómo es el interior de un colegio en 2024? Quiero decirte que ¡La respuesta es muy impactante! Todos sabemos que los jóvenes son el futuro de nuestro país, las nuevas generaciones son quienes decidirán el destino de nuestra nación, si pensamos en esto detenidamente entenderemos que estamos formando nuestro futuro con estos chicos entre los 13 y 18 años. Son formados con jornadas escolares de 7 am a 3 pm de lunes a viernes, pero ¿Qué viven verdaderamente fuera de la jornada académica?
A lo largo de este año con True Identity hemos podido conocer de primera mano cuál es el contexto de cerca de 2,000 jóvenes que viven su etapa escolar entre grados 8 y 11 (Secundaria o Bachillerato en muchos países de Latinoamérica) en su contexto encontramos la realidad de nuestra sociedad: Adicción a sustancias, embarazos adolescentes, bandas delincuenciales, depresión, ansiedad, falta de paternidad, violencia intrafamiliar y mucho más.
Cada uno de ellos expresa la cruda realidad de un entorno plagado de problemas sociales sin resolver por parte de nuestro gobierno. Si lo vemos desde este punto, se ve bastante desalentador, pero hay esperanza.
Al conocer sus problemas y debilidades también podemos conocer sus capacidades, sueños y cualidades. En ellos encontramos jóvenes con mucho talento y muchos problemas sin ayuda. Como ONG, TRUE IDENTITY, conformada por líderes jóvenes, nos centramos en ayudar adolescentes que tuvieron nuestros mismos problemas, buscamos afianzar su identidad con base a valores éticos y un acompañamiento uno a uno. Es muy útil proporcionar alimento, ropa, juguetes, útiles y muchas cosas más que las fundaciones proveen hoy en día. Sin embargo, para nosotros es igual o más valioso el tiempo que invertimos en cada uno de ellos, aconsejando y buscando posibles salidas a sus problemas, al igual que muchas otras soluciones o alternativas que podamos brindarles.
No hay nada mejor que dar la vida por otro, nuestra sociedad no va a cambiar si nos enfocamos solo en el macro, nuestra sociedad puede cambiar si nos centramos en el uno a uno. Podremos notar el gran valor de uno si dedicamos nuestro tiempo a escuchar y ayudar. He dejado mi vida normal por ayudar a Kevin, Santiago, Esteban y Brayan, por ellos y muchos más que vendrán, esta organización tiene sentido, es valioso dar todo lo que eres en aquel que lo necesita. Hagamos más por nuestro futuro, hagamos más por nuestros jóvenes.