Por Global Opportunity Youth Network
GOYN Bogotá
El Informe Jóvenes con Potencial 2025 reafirma su compromiso con visibilizar las barreras e injusticias estructurales que enfrentan las juventudes en su conexión con oportunidades. El informe es una herramienta basada en evidencia para la toma de decisiones por parte de los actores del ecosistema, orientada a impulsar transformaciones sistémicas en la ciudad
Del informe se presenta un resumen del Capítulo 4, enfocado en participación y liderazgo juvenil, que responde al valor estratégico de GOYN sobre la voz de las juventudes.
Liderazgo juvenil en Bogotá
En el informe se define el liderazgo desde tres perspectivas: como la capacidad de movilizar personas para enfrentar desafíos comunes, como liderazgo público orientado a generar valor colectivo mediante procesos inclusivos, y como liderazgo juvenil ejercido por jóvenes en etapa de formación vital con potencial de transformación social.
En Bogotá, de 377 jóvenes encuestados, solo el 16,7% se reconoce como líder, en su mayoría mujeres, entre 21 y 24 años, provenientes de estratos 2 y 3. La mayoría estudia o trabaja, y se concentra en localidades urbanas como Suba, Kennedy, Engativá y Ciudad Bolívar. El liderazgo juvenil se ejerce principalmente en zonas urbanas, aunque el 7,9% proviene de áreas rurales, donde también existen procesos significativos.
El 71,4% de los jóvenes líderes participa activamente en espacios ciudadanos, destacando colectivos juveniles, ONG y fundaciones, más que instancias institucionales como consejos de juventud. Si bien logran movilizar comunidades y generar transformaciones, su incidencia en decisiones públicas sigue siendo limitada.
La mayoría expresa altos niveles de satisfacción personal con su liderazgo. Más de la mitad ha recibido formación en el tema, y se identifican como facilitadores los recursos económicos, la capacitación y la atención en salud mental. Entre los principales obstáculos están la falta de recursos personales y las trabas institucionales como la burocracia o la exclusión de espacios de participación.
Finalmente, los jóvenes confían más en organizaciones sociales (ONG, colectivos juveniles) que en instituciones como la policía, las iglesias o el gobierno nacional, lo que revela un reto para fortalecer la legitimidad institucional y generar mecanismos reales de participación e incidencia juvenil.
El Informe distingue dos grandes enfoques de liderazgo.
Por un lado, el liderazgo individual, centrado en las características y habilidades de personas concretas, del cual derivan estilos como el carismático (basado en la inspiración personal), el transaccional (fundado en incentivos y reglas) y el transformacional (que impulsa la visión compartida y la formación de nuevos líderes).
Por otro lado, el liderazgo colectivo, que entiende el liderazgo como un proceso compartido que surge de la interacción social, dando lugar a formas como el liderazgo distribuido (responsabilidades según talentos) y el colaborativo (basado en diálogo, confianza y horizontalidad).
Estos estilos no son excluyentes y suelen combinarse en la práctica. Entre jóvenes de Bogotá, predominan el liderazgo colaborativo y el transformacional, caracterizados por la construcción participativa, la escucha y la democratización del poder.
También se resaltan desafíos para fortalecer el liderazgo juvenil: integrar la salud mental como pilar de sostenibilidad, visibilizar a líderes rurales que enfrentan mayores barreras, articularse con organizaciones en las que los jóvenes confían (ONG, fundaciones, plataformas juveniles) y alinear recursos hacia causas prioritarias como educación, cultura, arte y deporte, sin descuidar temas menos visibilizados como la discapacidad y la movilidad.
Se clasifica las competencias de liderazgo en tres grupos: socioemocionales y relacionales (relación consigo mismo y con otros), cognitivas (conocimientos para leer el entorno y actuar estratégicamente) e integradoras (articulación de saberes emocionales y estratégicos). Estas competencias se cultivan mediante práctica, reflexión y acompañamiento.
El análisis comparativo muestra que los jóvenes líderes presentan niveles más altos en resiliencia, apertura al diálogo e influencia que quienes solo participan o no participan, aunque persisten debilidades en autocuidado y regulación emocional.
En competencias integradoras, los líderes destacan en trabajo en equipo y vocación de servicio, mientras que los no participantes registran los niveles más bajos. En el ámbito cognitivo, los líderes sobresalen en pensamiento sistémico, toma de decisiones basada en evidencia y reconocimiento territorial, aunque aún presentan retos en apropiación tecnológica y conocimiento público.
Conclusión
El liderazgo juvenil desarrolla competencias clave para la movilización y la transformación social. Para fortalecerlo, se requiere: en jóvenes no participantes, trabajar habilidades socioemocionales básicas; en participantes sin liderazgo, potenciar competencias integradoras como redes y comunicación; y en líderes consolidados, reforzar autocuidado, pensamiento sistémico y conocimiento público. Esto permitirá avanzar hacia liderazgos sostenibles, estratégicos y con mayor impacto social.
10 DATOS CLAVE
1. Entre 2019 y 2024, el número de jóvenes en Bogotá se redujo de 1.972.030 a 1.830.889, lo que representa una caída del 7,2%, siendo la más alta entre las ciudades capitales con mayor volumen de población joven.
2. En el año 2024, había un total de 520.911 Jóvenes con Potencial en Bogotá, los cuales representan 28,4% del total de jóvenes en la ciudad. La desconexión es diferente según etapa de vida: entre los 14 y 21 años predominan las y los jóvenes que no estudian ni trabajan, mientras que desde los 22 y los 26 años la problemática oscila entre jóvenes que no estudian y no trabajan y jóvenes en la informalidad laboral. A partir de los 26 años prevalece la informalidad laboral.
3. En Bogotá, el 14 % de la juventud entre 18 y 28 años (96.560 personas) culminaron la secundaria sin continuar con la educación media, lo que dificulta su reincorporación a la educación formal tradicional y restringe el desarrollo de competencias clave para mejorar sus oportunidades de inserción laboral.
4. En Bogotá, el 31% jóvenes entre 24 y 29 años (218.225 personas) se desconectan después de la media, situación que, al ser prolongada, cierra las puertas a empleos de calidad, perpetuando la desigualdad estructural y manteniendo a muchos atrapados en la informalidad y la vulnerabilidad.
5. Aunque el tránsito inmediato hacia la educación superior ha mejorado ligeramente en los últimos años —pasando de 46,6% en 2019 a 52,2% en 2023—, la matrícula total se mantiene estable desde 2018, con alrededor de 1,6 millones de estudiantes.
6. Respecto a la Tasa de Desempleo, las y los jóvenes registran un 17,4% frente al 7,4% de los no jóvenes. Esta diferencia implica que su probabilidad de estar desempleados es 2,3 veces mayor, lo que evidencia la particular vulnerabilidad que enfrentan ante las dificultades para generar ingresos.
7. El 73,1% de los propietarios jóvenes de negocios no realiza aportes a salud ni pensión, lo que los deja expuestos ante enfermedades, accidentes o la vejez, y limita su acceso a redes institucionales de seguridad.
8. El 86% de los emprendimientos juveniles no está registrado en cámara de comercio, el 70% no cuenta con RUT y el 55% no lleva registros contables. Este último porcentaje representa a más de 27.000 jóvenes que quedarían excluidos de oportunidades clave como el acceso al sistema financiero, limitando sus posibilidades de hacer crecer sus negocios en etapas más avanzadas.
9. El apoyo económico es el principal facilitador del ejercicio del liderazgo juvenil: 8 de cada 10 líderes y lideresas jóvenes que respondieron la encuesta lo señalaron como un factor clave para impulsar sus iniciativas y ejercer su rol de liderazgo
10. Entre las y los 377 jóvenes que respondieron la encuesta, el 63% no sabe qué son los Consejos Locales de Juventud (CLJ). Este desconocimiento no se limita a quienes están alejados de la participación: también lo reporta el 31,7% de jóvenes líderes, el 54% de quienes participan sin liderar y el 78,7% de quienes no participan en ningún espacio. Esto refleja un reto estructural en la difusión y conexión de los CLJ con las realidades juveniles.
NOTA: Consulta el Capítulo 4 o el Informe completo en Informe-Jovenes-con-Potencial-2025-GOYN-Bogota_compressed.pdf