Por Elemir Steven Sará Mendoza
Gerente de Proyectos Sociales BAQ, GOYN Barranquilla
Barranquilla, la Puerta de Oro de Colombia, es un mosaico de contrastes: por un lado, una ciudad vibrante que late con emprendimiento y cultura; por otro, un territorio donde la desigualdad social sigue marcando el destino de miles de jóvenes. La juventud en Barranquilla no solo enfrenta la incertidumbre del desempleo o la falta de acceso a educación de calidad, sino que también carga con una herencia de oportunidades limitadas.
Según el informe de GOYN Barranquilla, 4 de cada 10 jóvenes están desconectados del sistema educativo y laboral, una cifra alarmante que se traduce en sueños postergados y un desafío urgente para la ciudad. Pero aquí, entre la brisa del Magdalena y el ritmo del Carnaval, nosotros no nos quedamos de brazos cruzados, por eso decidimos crear oportunidades. Desde GOYN Barranquilla y nuestra organización Sembrando Sueños, hemos tejido redes, impulsado iniciativas y diseñado estrategias que están cambiando la historia de cientos de jóvenes.
Un ejemplo es “ConectARTE: pinta, baile y echa pal ante “ , un proyecto que usa el arte y la danza como herramientas de transformación social. Aquí, la música no es solo música: es resistencia, es identidad, es un grito de esperanza. El 65% de los jóvenes que han pasado por ConectARTE han encontrado nuevas oportunidades en educación o formación técnica, demostrando que el arte no solo embellece, sino que también dignifica y empodera.
Narrando el Cambio con Datos
Los números cuentan una historia, pero la vida la llena de matices. Según el estudio “Desigualdad Heredada” del Banco de Desarrollo de América Latina en el 2022, el acceso a oportunidades sigue dependiendo del lugar donde naciste y de la familia en la que creciste. El 70% de los jóvenes en situación de vulnerabilidad tienen más dificultades para acceder a educación superior, lo que perpetúa el ciclo de pobreza intergeneracional.
Frente a esta realidad, hemos llevado la voz de la juventud a espacios de toma de decisiones, participando en mesas de política pública y foros nacionales donde las soluciones ya no vienen solo desde el gobierno, sino desde los jóvenes mismos.
No somos solo estadísticas. Somos nombres, historias, caminos que se cruzan en una ciudad que se rehúsa a dejar atrás a su juventud. En los barrios donde trabajamos, el 40% de los jóvenes reportan sentirse más empoderados para tomar decisiones sobre su futuro después de participar en nuestros programas.
Además, hemos abierto espacios de diálogo con el sector privado y las universidades para generar nuevas rutas de acceso a formación y empleo. Porque sabemos que el cambio no ocurre en solitario: se construye en colectivo, con alianzas estratégicas y con la convicción de que somos la generación que rompe barreras y transforma realidades.
Un Llamado a la Juventud de México y América Latina
Esta no es solo la historia de Barranquilla. Es la historia de muchas ciudades en América Latina donde la juventud sigue buscando su lugar en el mundo. Por eso, desde la esquina del mundo los jóvenes de la ciudad le queremos dar la vuelta al mundo, hacemos un llamado a las juventudes de México y del Continente: construyamos juntos nuestras propias oportunidades, elevemos nuestras voces y convirtamos nuestras ideas en acción.
Porque la verdadera transformación no empieza en los discursos oficiales, sino en las calles, en los barrios, en los proyectos comunitarios que día a día reescriben el destino de nuestros territorios.