Día Mundial de la Juventud – 12 de Agosto
Juventud Presente, Voces que Transforman
By Elio Villaseñor
“La juventud no es una etapa de espera,
es un momento de invención”
— Paulo Freire
Vivimos en un contexto que intenta imponer la idea de que solo existe una voz válida y un único camino hacia el éxito.
Esta narrativa dominante promueve la obediencia, la repetición de modelos rígidos y la búsqueda de resultados inmediatos con el menor esfuerzo posible.
Sin embargo, esa visión no responde a la complejidad ni a las verdaderas necesidades de esta generación.
La realidad exige algo distinto: una actitud que se atreva a innovar, cuestionar y construir respuestas propias, tanto a nivel individual como colectivo.
Para las juventudes, no se trata de instalarse en la zona de confort, sino de activar su capacidad de lucha, creatividad y organización para enfrentar con dignidad los desafíos del presente.
En este sentido, es fundamental rechazar la idea de que “la juventud es el futuro” si no se le reconoce también como protagonista del presente.
No basta con ser receptores de discursos vacíos o de dádivas simbólicas; lo que se necesita son condiciones reales para desarrollar proyectos de vida, participar en las decisiones que les afectan y transformar sus comunidades.
Tampoco es posible asumir una postura pasiva ante un mundo que cambia aceleradamente.
La revolución tecnológica, la crisis climática, los desplazamientos forzados, la desigualdad y la precarización del trabajo interpelan a esta generación con urgencia.
Hoy más que nunca, se requiere romper con narrativas limitantes, rechazar la pasividad y asumir un rol activo en la transformación social.
No como una promesa futura, sino como una fuerza presente y necesaria.
Día Internacional de la Juventud: una oportunidad, no un símbolo
En este contexto, el Día Internacional de la Juventud, que se conmemora cada 12 de agosto, no debe reducirse a un gesto simbólico.
Es una ocasión para visibilizar las demandas, capacidades y contribuciones reales de las y los jóvenes.
Más que figuras decorativas en discursos, deben ser actores fundamentales en la toma de decisiones y beneficiarios directos de los cambios estructurales que requiere la sociedad.
Juventudes que actúan, no que esperan
Frente a los desafíos del presente, no basta con adaptarse: las juventudes deben ser protagonistas activas en la construcción de nuevas realidades.
Ser joven hoy no es una pausa: es un punto de partida.
Convertir las exigencias en acción, la creatividad en soluciones y la organización en transformación concreta es parte del llamado de esta generación.
Esta juventud está invitada a asumir los dilemas de su tiempo no como barreras, sino como estímulos para imaginar, interconectar saberes y co-crear nuevas formas de habitar el mundo.
No se trata solo de sobrevivir, sino de construir con sentido, con autonomía y con esperanza.
El reto —y también la oportunidad— es encender luces en medio de la incertidumbre, convertir la indignación en acción y asumir, con determinación, el rol de protagonistas de sus propias demandas.
El presente también les pertenece.
Y es desde aquí, desde este ahora, donde puede empezar a forjarse un futuro más justo, inclusivo y profundamente humano.