En México, en los últimos años, se han propuesto diversas iniciativas para establecer una Ley en materia de juventud. Estas propuestas buscan reconocer a los jóvenes como sujetos de derecho y actores fundamentales en el desarrollo social. Sin embargo, han enfrentado obstáculos como la falta de voluntad política y discontinuidades en las instituciones gubernamentales, dejando un vacío legal en las políticas específicas para la juventud.
Para abordar esta situación, es esencial contar con un sólido marco normativo que reconozca a los jóvenes como actores clave en su desarrollo y en el de sus comunidades. Esto no solo aumentaría la legitimidad de las políticas públicas, sino que también reflejaría la diversidad de las juventudes y fomentaría su desarrollo en aspectos cruciales.
Una condición fundamental de este marco sería promover la activa participación de los jóvenes en la formulación, implementación y evaluación de las políticas públicas que los afecten. Esto precisa estar alineado con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, que enfatiza la importancia de la participación juvenil como un requisito para el desarrollo sostenible.
Es relevante mencionar la Ley de las y los Jóvenes del Distrito Federal (2000) y la Ley de los Derechos de las Personas Jóvenes en la Ciudad de México (2015), que reconocieron a los jóvenes como sujetos de derecho en áreas como el empleo, educación, salud, cultura y recreación.
Sin embargo, es necesario abordar cuestiones clave, como la definición de juventud dentro de estos marcos legales, considerando su diversidad. También se deben determinar los espacios de participación y los actores involucrados en la implementación de estas políticas, así como establecer un mecanismo de institucionalidad efectivo.
Es importante destacar el papel de académicos, colectivos, organizaciones y movimientos sociales que proponen políticas públicas desde sus perspectivas sobre la juventud. Estos actores enfatizan la necesidad de que el gobierno defina claramente los ámbitos de intervención y los que no se abordarán en relación con los jóvenes.
En esta quinta edición de nuestra plataforma, compartimos experiencias desde el territorio testimonial de Valeshka Alexandra Espinosa Downton y de Frida Paola Valverde Flores, así como de las organizaciones Manada y Juventudes Tejiendo Lazos, al igual que del Nacional Monte de Piedad y Fundación Coppel, en donde las organizaciones de jóvenes han construido respuestas a partir del esfuerzo solidario, compartiendo conocimientos y habilidades.
Además, estos espacios se convierten en laboratorios donde los jóvenes conquistan espacios de formación y cultura, trabajando juntos para abordar los temas urgentes que les afectan.
Estas experiencias son las semillas de una política pública basada en las perspectivas y necesidades de los jóvenes.