Por Elio Villaseñor G.
“La juventud no es solo una etapa de la vida, es una fuerza
mental y espiritual, es la voluntad de innovar y cambiar el mundo”
Albert Einstein
Del 29 de julio al 2 de agosto, la Ciudad de México fue sede del Opportunity Youth Initiative México City Convening de la Fundación Hilton, un encuentro que reunió a 200 participantes de Kenia, Estados Unidos (Los Ángeles y Nueva Orleans) y México. Durante el evento, los asistentes compartieron experiencias y soluciones ante los desafíos que enfrenta la juventud en relación con el acceso a la educación y al empleo formal, tanto en México como a nivel global.
Durante cinco días, quedó claro que la convención se convirtió en un espacio donde predominó el espíritu colaborativo. Jóvenes de diversas partes del mundo intercambiaron conocimientos y aprendizajes, comprometidos a seguir construyendo una comunidad resiliente. Este evento transformó el escenario en una plataforma que unió a países, idiomas y culturas para abordar los desafíos globales y promover un futuro equitativo y sostenible.
Los paneles reflejaron la fuerza de la reflexión, la creatividad y la innovación, trazando rutas para que los jóvenes transformen su entorno. Se destacó el liderazgo como una herramienta clave para acoplar aspiraciones e ideales, con un enfoque en la colaboración multisectorial y el diseño participativo de soluciones. Temas como la equidad social, racial y de género, el cambio en favor de las juventudes, y la amplificación de sus voces en el mundo, se entrelazaron en una visión crítica y optimista sobre el papel de los jóvenes en un contexto de profundos cambios y transiciones.
En este contexto, podemos afirmar que nos encontramos en un período de transformación profunda, impulsada por la revolución tecnológica, los cambios geopolíticos, el cambio climático y las nuevas formas de comunicación. Estos elementos reflejan las sinergias sociales, económicas y políticas que están reconfigurando la sociedad global.
Estamos presenciando el surgimiento de una nueva era que exige la creación de ideas innovadoras y caminos novedosos para enfrentar los desafíos actuales. La tecnología se perfila como un factor que transformará la interacción humana, el trabajo y la vida en general. Esto requiere, a su vez, ajustes en las estructuras geopolíticas y sociales, para ofrecer respuestas rápidas y efectivas a las demandas de las sociedades a nivel mundial. En este marco de transformación, se destaca la urgencia de adaptarse y desarrollar nuevas formas de pensar y actuar.
Los jóvenes están a la vanguardia de este cambio, explorando nuevas ideas y buscando respuestas a sus inquietudes. Están abriendo espacios para expresar sus propuestas con un entusiasmo sin precedentes. Sin embargo, a menudo enfrentan obstáculos estructurales y sociales que limitan su capacidad para presentar soluciones efectivas a sus problemas. Este reconocimiento subraya la necesidad de crear espacios más inclusivos y de apoyo que permitan a los jóvenes realizar su potencial creativo.
Vivimos en una época de transición, donde lo viejo aún no ha desaparecido y lo nuevo no ha sido completamente establecido. Esta circunstancia genera una tensión entre lo antiguo y lo emergente, que a su vez crea incertidumbre y resistencia al cambio. Sin embargo, también ofrece una oportunidad para que los jóvenes potencien su creatividad y encuentren formas innovadoras de superar los desafíos actuales. La transición, por lo tanto, se presenta tanto como un reto como una oportunidad para que la creatividad y la innovación se traduzcan en soluciones concretas a los problemas cotidianos.
Esa es la esencia que en la presente edición de Plataforma JuventudES mueven las reflexiones de Andrea Fernanda Rivera Vidaña y su visión sobre “Empoderar a las Juventudes”; de Tania Gayosso Domínguez y su perspectiva sobre “El poder de las mujeres en la tecnología”; de Daniela Cobián Navarro y su enfoque acerca de “Las juventudes y su poder para construir comunidad”; y la de Alexis Javier Esparza Reyes y su exposición en torno de “Las Juventudes y el Parlamento Abierto”.
De igual forma, destacar la mirada de jóvenes de otras latitudes como Rajab Salim (Kenia) y su propuesta “Invertir en las personas: el poder de la participación comunitaria”; de Jacqueline Jepkoech Kiplagat (Kenia) y su experiencia como “Líder Visionaria y Mentora Comprometida con el Empoderamiento Juvenil y el Desarrollo Comunitario”; de Joel Miranda (EEUU) y su mirada “Celebrando el Liderazgo y el Compromiso Comunitario en el encuentro ‘Colaboración entre Lugares: Construyendo Futuros Mejores con Jóvenes Oportunidad’”; y de Yamilin Rivera Santiago (Puerto Rico), que comparte su visión en torno de la “Abogacía Creativa para la Justicia Juvenil y la Salud Sexual y Reproductiva en Juventudes Afrodescendientes”.
En esta perspectiva, la creatividad, combinada con la imaginación, la audacia y el entusiasmo, se convierte en la clave para que los jóvenes superen obstáculos y transformen su realidad. La innovación no debe ser solo un deseo, sino una necesidad imperante para enfrentar problemas complejos y multifacéticos.
Esta visión optimista coloca a la creatividad en el centro de la capacidad de los jóvenes para moldear su futuro, y apunta a que, con acciones concretas y decididas, puedan no solo enfrentar los desafíos de la nueva era, sino también ser los protagonistas del cambio y encontrar nuevas rutas, formas y propuestas para abordar los problemas a los que se enfrentan hoy y en el futuro inmediato.