Por Randy Márquez
GOYN Alumni
La juventud en Barranquilla enfrenta desafíos estructurales en educación, empleo y salud socioemocional, que condicionan sus trayectorias vitales y su inserción en el campo social. A partir de los informes GOYN Barranquilla 2024 y Panorama de la Juventud en Barranquilla 2025, este artículo analiza la situación juvenil en la ciudad desde el marco teórico de Pierre Bourdieu, particularmente los conceptos de hábitus y capitales. Se complementa con datos regionales de la CEPAL y Ayuda en Acción (2025), que revelan que uno de cada cuatro jóvenes latinoamericanos de 18 a 24 años ni estudia ni trabaja, lo que refuerza la urgencia de políticas inclusivas y narrativas transformadoras. Se argumenta que el acceso desigual a capitales culturales, sociales y simbólicos configura un hábitus limitado, pero que las narrativas emergentes —como la categoría “jóvenes con potencial”— y el fortalecimiento de conexiones sociales permiten transformar dicho hábitus.
1. Introducción
El debate sobre la juventud en América Latina ha estado marcado por la tensión entre estigmas y potencialidades. En Colombia, la etiqueta “nini” —jóvenes que ni estudian ni trabajan— reforzó durante años una narrativa negativa, asociada a la inactividad y la dependencia. En contraste, los informes GOYN Barranquilla 2024 y Panorama de la Juventud en Barranquilla 2025 proponen un giro semántico y conceptual al introducir la categoría “jóvenes con potencial” (GOYN, 2024; NuestraBarranquilla, 2025).
Más allá del lenguaje, este cambio refleja un esfuerzo por reconocer las capacidades y los capitales juveniles. Este artículo analiza cómo los jóvenes de Barranquilla experimentan la interacción entre hábitus y capitales, y cómo las narrativas transformadoras pueden abrir nuevas posibilidades de acción.
2. Marco teórico
Pierre Bourdieu (1991) define el hábitus como un conjunto de disposiciones duraderas que orientan la manera en que los individuos piensan, actúan y perciben el mundo. El hábitus se configura a partir de experiencias tempranas, del contexto familiar, educativo y social, y aunque no determina de forma absoluta, condiciona los horizontes de posibilidad.
El hábitus se relaciona con la acumulación de distintos tipos de capital (Bourdieu, 2002):
- Capital económico: recursos financieros y materiales.
- Capital cultural: conocimientos, habilidades, títulos académicos y formas de expresión.
- Capital social: redes de contactos, vínculos familiares e institucionales.
- Capital simbólico: reconocimiento, prestigio y legitimidad.
Estos capitales, en interacción con los campos sociales (educativo, laboral, político), determinan la posición de los jóvenes y sus posibilidades de movilidad social.
3. Juventud en Barranquilla: análisis local
3.1 Educación y capital cultural
El informe GOYN 2024 identificó que menos del 50% de los jóvenes que culminaban la media lograban ingresar a educación superior. En 2025, este fenómeno se conceptualiza como fragmentación educativa, con un 45% de deserción antes de culminar estudios superiores (NuestraBarranquilla, 2025). Este quiebre limita la acumulación de capital cultural, reproduciendo un hábitus que normaliza el abandono.
3.2 Empleo y capital social
El acceso al empleo depende en gran medida de las redes sociales. En 2024, se estimaba que más del 40 % de jóvenes estaban desempleados o vinculados a la informalidad. En 2025, se precisa que 6 de cada 10 consiguen empleo a través de redes familiares o de amistad (NuestraBarranquilla, 2025). Este capital social, aunque valioso, perpetúa trayectorias informales y restringe la movilidad. El informe recomienda fortalecer vínculos verticales con instituciones y empresas.
3.3 Salud socioemocional y vulnerabilidad
La salud mental juvenil es uno de los aspectos más críticos. El Panorama 2025 revela que el 50% de homicidios y 60% de intentos de suicidio corresponden a jóvenes. Estos datos muestran cómo la violencia atraviesa el hábitus juvenil, reduciendo expectativas y reforzando la precariedad existencial. Aquí, el capital social en forma de redes de cuidado se vuelve crucial para sostener trayectorias vitales.
3.4 Participación y capital simbólico
En ambos informes se reconoce la existencia de más de 200 colectivos juveniles activos en Barranquilla, invisibilizados en las métricas oficiales. En 2025, el 68% de jóvenes expresa disposición a participar en temas de ciudad, lo que evidencia un hábitus participativo en busca de canales institucionales efectivos. Los espacios de representación juvenil, como el Grupo Asesor de Jóvenes (YAG), otorgan capital simbólico que legitima y amplifica la voz juvenil.
3.5 Narrativas de transformación
El paso de la categoría “nini” a “jóvenes con potencial” representa un cambio en la narrativa colectiva. En 2024 se planteó como propuesta discursiva; en 2025 se consolidó como categoría oficial. Este giro resignifica el hábitus, reconociendo a los jóvenes como actores con agencia y no como receptores pasivos de políticas.
4. Juventud en América Latina: un enfoque regional
El fenómeno de los jóvenes que ni estudian ni trabajan no se limita a Barranquilla ni a Colombia. A nivel regional, los datos muestran una realidad igualmente preocupante. Según un estudio de Ayuda en Acción y la CEPAL (2025), uno de cada cuatro jóvenes entre 18 y 24 años en América Latina no estudia ni trabaja de manera remunerada. Esto equivale a cerca de 30 millones de personas en la región.
4.1 Magnitud del fenómeno
Se trata de un problema estructural que atraviesa a toda la región, no de un caso aislado.
4.2 Desigualdad de género
Las mujeres están sobrerrepresentadas en este grupo, principalmente por cargas de cuidado no remunerado y barreras de acceso al empleo formal.
4.3 Limitaciones estructurales
Los jóvenes más afectados provienen de hogares pobres o vulnerables, lo que restringe su acceso a educación superior, empleos de calidad y redes sociales sólidas.
4.4 Relación con el hábitus y capitales
Desde la perspectiva de Bourdieu, este fenómeno refleja un hábitus condicionado por la desigualdad estructural y el acceso limitado a capital cultural y social.
4.5 Conexión con Barranquilla
El caso de Barranquilla se inserta en esta dinámica: la fragmentación educativa y la dependencia de redes familiares para acceder al empleo informal son expresiones locales de un fenómeno regional. La categoría “jóvenes con potencial” se perfila como una alternativa narrativa replicable a nivel latinoamericano.
5. Discusión
La articulación entre hábitus, capitales y narrativas permite comprender mejor la situación juvenil en Barranquilla y América Latina. El hábitus juvenil, marcado por desigualdades estructurales, tiende a reproducir trayectorias limitadas en educación y empleo. Sin embargo, el acceso a capitales culturales, sociales y simbólicos abre posibilidades de transformación.
En este marco, la narrativa de “jóvenes con potencial” se convierte en un recurso simbólico que modifica las percepciones sociales y las autopercepciones juveniles. Este cambio no elimina las desigualdades, pero amplía los márgenes de acción y visibiliza la necesidad de políticas públicas orientadas a fortalecer capitales.
6. Experiencia personal y articulación colectiva
El tránsito personal de ser miembro del YAG en 2024 a convertirme en Alumni de GOYN refleja estas dinámicas. En ese proceso acumulé capital cultural (formación en liderazgo y narrativas), social (alianzas y contactos) y simbólico (reconocimiento en escenarios internacionales).
Esta experiencia se profundizó con la articulación con la Plataforma JuventudES (https://juventudes.mx/), donde la construcción de redes, la visibilización de experiencias locales y el intercambio de saberes colectivos permitieron fortalecer el capital simbólico de la juventud barranquillera en escenarios regionales y globales. La apuesta por conectar a jóvenes líderes con organizaciones y plataformas de participación demuestra que la transformación del hábitus no ocurre de manera aislada, sino a través de procesos colectivos que amplifican la voz juvenil.
7. Conclusiones
Los informes de 2024 y 2025 evidencian que el problema de la juventud en Barranquilla no reside en la falta de capacidades, sino en la inequidad en el acceso a capitales. El estudio regional de la CEPAL confirma que esta situación es compartida en toda América Latina: uno de cada cuatro jóvenes de 18 a 24 años no estudia ni trabaja de manera remunerada.
Transformar esta realidad implica dos tareas: garantizar condiciones estructurales para ampliar el capital cultural, social y simbólico, y consolidar narrativas que reconozcan el potencial juvenil.
El concepto de “jóvenes con potencial” no es solo un giro semántico, sino una herramienta para resignificar el hábitus colectivo. Reconocerlo es el primer paso hacia la construcción de una ciudad y una región donde la juventud no solo sea vista como una generación en riesgo, sino como protagonista de la transformación social.
Referencias
– Bourdieu, P. (1991). El sentido práctico. Madrid: Siglo XXI.
– Bourdieu, P. (2002). La distinción: criterio y bases sociales del gusto. Madrid: Taurus.
– GOYN Barranquilla. (2024). Informe GOYN Barranquilla 2024. Barranquilla: GOYN.
– Nuestra Barranquilla & GOYN. (2025). Panorama de la Juventud en Barranquilla 2025. Barranquilla: GOYN.
– CEPAL & Ayuda en Acción. (2025). Estudio regional sobre juventud en América Latina. Santiago de Chile: CEPAL