La organización civil Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presentó su informe “Ir a la raíz de la pobreza; diagnóstico y propuestas para erradicar la pobreza”, que expone las causas estructurales que están en la raíz de la pobreza desde el sistema laboral.
Se subraya que el sistema laboral produce pobreza: los salarios bajos causan el ingreso insuficiente para superar la línea de pobreza, los trabajos “informales” causan la carencia por acceso a la salud y la seguridad social, la exclusión laboral de mujeres y jóvenes reduce los ingresos del hogar.
En su apartado dedicado al sector de los jóvenes refiere que este grupo de la población (de 15-29 años) tienen más del doble de la tasa de desempleo: 16% que las personas adultas (30-64 años, con 7%). Son sólo el 27% de la población ocupada, pero aportan el 48% del desempleo total.
Jóvenes de hogares de menores ingresos tienen entre 3 y 4 veces mayor rezago educativo: 39%, que jóvenes de mayor ingreso: 11%, lo que se convierte en una barrera para su empleabilidad que se suma a otras desventajas acumuladas durante su ciclo de vida (pobreza, rezago social, violencia). Las personas jóvenes en rezago educativo son el 88% del total de jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo.
Jóvenes que trabajan acceden más a trabajos precarios. Casi dos terceras partes de las personas jóvenes ocupadas carecen de salario suficiente y 6 de cada 10 carecen de seguro social (61%). Actualmente hay 10.2 millones de jóvenes trabajando sin salario suficiente y 9.6 millones sin seguro social.
El empleo formal para personas jóvenes no ha crecido, en realidad ha disminuido un poco, pese a que el programa Jóvenes Construyendo el Futuro informa que ha apoyado a más de 2.7 millones de jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo y que según un estudio 6 de cada 10 jóvenes que participan en el programa consiguen trabajo.
En el apartado titulado “Para superar la exclusión y la discriminación: Política integrada de empleabilidad para jóvenes oportunidad”, plantea que una política integrada para superar las barreras de empleabilidad de jóvenes oportunidad debe articular:
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- Fortalecimiento presupuestal de los subsistemas técnicos y tecnológicos de educación media superior (EMS) como CECyT y Conalep, así como mejorar su vinculación con los mercados laborales y los perfiles requeridos para cubrir las vacantes en su entorno.
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- Asignación ágil y transparente de las becas para estudiantes de menores recursos, para promover permanencia y avance hasta culminar el nivel medio superior (EMS).
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- Creación de opciones de 2ª oportunidad para terminar la EMS para jóvenes en rezago educativo con edad y contextos que les impiden regresar al sistema formal escolarizado, y que incluyan además desarrollo de habilidades socioemocionales para la empleabilidad (las llamadas “habilidades blandas”) así como capacitación técnica vinculada a las ofertas laborales en su entorno.
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- Reformulación del programa Jóvenes Construyendo el Futuro para que: a) priorice a jóvenes con rezago educativo y otras barreras de empleabilidad; b) garantice la formación en habilidades blandas y capacitación técnica acorde a las vacantes disponibles; c) facilite la certificación de los aprendizajes y competencias desarrolladas d) vincule a quienes egresan con el sistema nacional de empleo y bolsas de trabajo.
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- Crear fondos que apoyen a jóvenes oportunidad que deciden emprender negocios con inversión, préstamos flexibles y programas de formación y desarrollo empresarial.
También resulta indispensable superar las prácticas discriminatorias en los procesos de contratación de empresas y entidades empleadoras, así como el uso de etiquetas y prejuicios que se constituyen en estigmas que refuerzan las barreras de empleabilidad para jóvenes oportunidad. La inclusión económica de jóvenes oportunidad es indispensable para el crecimiento económico del país, así como para la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Fuente: https://frentealapobreza.mx/ir-a-la-raiz-de-la-pobreza/